martes, 29 de mayo de 2007

Rompiendo Cadenas

Hola a todos:

Muchos de ustedes quizás ya sepan que aborrezco las cadenas de correo electrónico. Puede que una que otra llegue con un contenido más menos entretenido, educativo o informativo (como la que me impulsa a escribir este correo), pero la proporción de ese tipo de emails con respecto a los que no valen nada me parece abismal. Como sea, generalmente les doy un vistazo, dependiendo de quién las envíe, y luego las elimino; incluso las de amistad pues no creo que se necesiten esos mensajillos llenos de ángeles y monos animados escritos por quizás qué pelagato aburrido para reforzar el lazo fraterno (sí, asumo el riesgo de no ganarme la lotería ni la rifa del barrio y de paso quedar paralítico o que me caiga un meteorito por la cabeza). Y por qué las odio tanto? Muy sencillo, no son otra cosa que correo basura que tarde o temprano manda tu dirección de correo electrónico, junto con las montoneras de molestas direcciones que se van acumulando al comienzo del mensaje, a flotar por el ciberespacio hasta que de alguna manera llega a alguna maquinita o persona (o quizás qué artilugio) que la intercepta para mandar publicidad variada o hasta virus al por mayor. Por suerte el gmail tiene un buen filtro para eso, pero igual se pasan de cuando en vez.

Tanta cháchara ya los ha de haber aburrido así que mejor voy al grano:

Hace poco me llegó una cadena desde tres diferentes remitentes en sólo una semana (imagino que es la que está de moda por estos días). Se trata de un aviso urgente: La leche que tomas puede ya no ser ni leche! El correo aduce que en la base de los cartones tetrapack hay un número, del 1 al 5, que indica la cantidad de veces que una caja de leche ya vencida es devuelta a la industria para ser repasteurizada y puesta nuevamente en circulación. El autor anónimo aconseja revisar la leche al comprarla y asegurarse que no tenga un número mayor a 3, que según su criterio es lo "saludable," y por si quedan dudas se incluye una foto de la base de la caja mostrando dónde está la cifra.
Conocedores de este tipo de correos e intentando asegurarnos por nosotros mismos (sin pretender hacer justicia, la verdad, sino más bien sólo romper otra cadena), un amigo y yo fuimos a recorrer los pasillos de un supermercado en busca de pruebas. Revisamos leches naturales y con sabores y sí encontramos el dichoso numerito en todas las cajas. Lo extraño ocurrió cuando fuimos a revisar la leche en bolsa y en botellas plásticas... será de mejor calidad? porque definitivamente no pudimos hallar el número... qué extraño...
De repente Clink! se nos ocurrió una idea: la leche no es lo único que viene en envases tetrapack! Partimos en busca de cuanta caja tetrapack hubiera. No hay muchas, por cierto, pero sí encontramos jugos, vinos y salsas de tomate. Y sí, TODAS LAS BENDITAS CAJAS TRAEN EL NUMERITO!!!

Conclusión: o también repasteurizan el vino el jugo y las salsas de tomate o... NO ES MÁS QUE OTRA VIL CADENA SIN SENTIDO y creada por alguien aburrido pero con harta creatividad (no niego que la creatividad sí se la elogio).

Conste que agradezco sobremanera la buena intención de quienes me enviaron la cadena. Yo igual me aburro de vez en cuando o no habría escrito este mail, ni menos habría ido a urguetear al súper.
En cuanto a las cadenas de amistad, sí, yo también los quiero (mientras no me envíen cadenas, claro).
Ah, y un último alcance. Tampoco me trago esas de juntar firmas para el hijo de Juan Pérez que está por morir de un tumor cerebral y una caritativa empresa le ofrece costear la enfermedad si juntan ochorrocientos emails... O sea que mi correo no es privado y de alguna manera se informaron de que lo envié? PLOP!

Saludos.




-- ...He aquí mi secreto. -dijo el zorro al Principito-. Es muy simple: Sólo se puede ver bien con el corazón. Lo esencial es invisible para los ojos.